Las Naciones Unidas ha reportado que la industria de la moda aporta más emisiones de carbono a la atmósfera que las industrias de aviación y naviera juntas. Tampoco es un secreto que la popularidad del fast fashion ha hecho que la cantidad de desperdicios textiles se dispare en los últimos años.
Esta problemática, aunque parezca dejada a un lado para priorizar las ganancias de la industria, no pasa desapercibida en la esfera de la moda sostenible, que cada vez se expande más. En el evento COP28 de las Naciones Unidas se han puesto las cartas sobre la mesa. Entre Noviembre 30 y Diciembre 12 de 2023, líderes mundiales se reunieron para crear acciones colectivas hacia el cambio climático.
En la agenda de este evento de alto perfil se encontraba el sector de la moda, donde grandes nombres como Stella McCartney, Riccardo Stefanelli, y Federico Marchetti expusieron sus casos de éxito al convertirse en pioneros sostenibles. Además, recalcaron que la industria necesita más acciones que pensamientos, discusiones e ideas, empezando por mejores regulaciones y limitaciones para quienes contaminan indiscriminadamente.
Repasemos tres de las enseñanzas para la industria de la moda que nos dejó el evento de cambio climático más importante del año, y y cómo esto se relaciona con los uniformes médicos.
El mundo de la moda necesita acciones
Nuestro sector ha relucido por su ausencia en cuanto a acción climática. Pero este año, ante la presión del creciente calentamiento global y la necesidad de reducir las altas temperaturas para el año 2050, muchos líderes están empezando a tomar acciones más concretas.
Entre estas se encuentra el Circular Protocol, un proyecto para identificar el ciclo de producción de cada prenda de manera digital, llevado a cabo por varias compañías en el sector y desarrollado por la startup Eon. Gracias a los avances tecnológicos para procesar y almacenar datos, las marcas podrán demostrar su transparencia ambiental al poner un código QR u otro modo de lectura digital para evidenciar el proceso de producción de su vestuario.
Esto le mostrará a los clientes el impacto negativo o positivo que tengan los procesos de producción de cada marca. Es aquí que las compañías preferirán elegir hacer un impacto local, tanto de localización de capital como de mano de obra, para evitar producir más daños ambientales y sociales.
La moda sostenible como método de innovación
Los pioneros de la sostenibilidad no siempre fueron elogiados por sus innovaciones y su manera de pensar diferente en la industria de la moda. Stella McCartney expresó en el COP28 que anteriormente su marca, que fundó en el 2001, no fue muy aceptada por compañeros del sector por rehusarse a utilizar materiales animales. Actualmente, ella lidera el movimiento de la moda sostenible y su marca es globalmente reconocida por su alta calidad proveniente de productos sustentables como piel de uva, fibras forestales y nailon y cachemira reciclada.
Además de usar materiales sostenibles, es igualmente importante innovar al adoptar modelos de producción más respetuosos con el medio ambiente y los trabajadores.
En Colorchain, por ejemplo, utilizamos un método que pocos en la industria manejan: el modelo justo-a-tiempo (just-in-time en inglés, JIT). Con este, producimos solo los uniformes médicos y otras prendas que vendemos, evitando la sobreproducción de vestuario y el desgaste de nuestro personal. Así nos convertimos en innovadores del sector de vestuario médico para entregarle más calidad al personal de la salud.
La interseccionalidad de la sostenibilidad
Patrick Chalhoub, presidente del grupo de marcas de lujo Chalhoub Group, también hizo hincapié en la creciente tendencia al consumo ético, especialmente del público joven. Esto se trata de comprar de marcas cuyas prácticas son éticas y sostenibles, desde los productos que usan hasta su impacto social.
Una de las mayores críticas que recibe el fast fashion es la sobreexplotación de sus empleados y su impacto negativo en las comunidades que emplea. Entre las personas que emplean se encuentran niños, que reciben pagos abismales por trabajar horarios extensos ilegalmente. Muchas manufactureras han sido expuestas por esta situación, disgustando a sus clientes y sirviendo como lección de qué no hacer para otras compañías del sector.
Hoy en día, la calidad de un producto también se define por las condiciones de trabajo de quienes los fabrican. Es por esto que es importante medir el impacto social de las marcas, asegurándose de que su impacto sea neutral, y si se puede, positivo, para seguir hábitos de consumo más ético.
El COP28 resaltó el progreso que ha hecho la industria de la moda hacia la sostenibilidad y el largo camino que queda por recorrer. Mientras las marcas adopten prácticas más verdes y sus consumidores lo sigan demandando, el sector tomará buen camino hacia un futuro más sostenible.
En Colorchain, manufacturamos uniformes médicos con una visión sostenible. Explora nuestra nueva cápsula InMotion y aprende más sobre nuestro modelo justo-a-tiempo aquí